EUROPA
PRESS
19 febrero
2022
El
secreto de las espinillas: cómo las células grasas de la piel ayudan a combatir
el acné
Los investigadores han descubierto una
célula cutánea antimicrobiana específica y el papel que desempeña en el
desarrollo del acné, lo que podría ayudar a crear nuevas opciones de
tratamiento más específicas, según publican en la revista 'Science
Translational Medicine'.
El acné es una de las enfermedades de la piel más comunes y
también es una de las menos estudiadas. Se sabe que los folículos pilosos
contribuyen al desarrollo de un grano, pero la nueva investigación sugiere que
las células de la piel situadas fuera de estos folículos pilosos desempeñan un
papel más importante.
"Estos hallazgos pueden transformar la forma en que
tratamos el acné, resalta el doctor Richard Gallo, presidente del Departamento
de Dermatología de la Facultad de Medicina de la Universidad de California San
Diego. Anteriormente, se pensaba que los folículos pilosos eran los más
importantes para el desarrollo del acné. En este estudio, observamos las
células situadas fuera del folículo piloso y descubrimos que tienen un efecto
importante en el control de las bacterias y el desarrollo del acné".
Las células se llaman fibroblastos, comunes en los tejidos
conectivos de todo el cuerpo. En la piel, producen un péptido antimicrobiano
llamado catelicidina, que desempeña un papel clave en
el desarrollo del acné, apunta Gallo.
Para contrarrestar una infección dentro de un folículo
piloso, la piel circundante experimenta un proceso denominado adipogénesis
reactiva en el que los fibroblastos se transforman en células grasas. La catelicidina también se produce para ayudar a combatir la
infección suprimiendo las bacterias que pueden causar acné.
"Comenzamos nuestra investigación queriendo comprender
la biología del acné y nos fijamos específicamente en el papel de los
fibroblastos, que normalmente proporcionan apoyo estructural en las capas más
profundas de la piel", recuerda el primer autor Alan O'Neill, científico del
proyecto en la Escuela de Medicina de la UC San Diego.
"Lo que descubrimos en cambio fue que estas células se
activaban para producir grandes cantidades de un importante antimicrobiano, la catelicidina, en respuesta a las bacterias causantes del
acné llamadas 'Cutibacterium acnes'", prosigue.
El equipo de investigación realizó biopsias de la piel de
pacientes con acné tratados durante varios meses con retinoides, una clase de
sustancias químicas derivadas de la vitamina A que promueven la salud de la
piel. Para sorpresa de los investigadores, el fármaco mejoró la expresión de la
catelicidina tras el tratamiento, encontrando así un
mecanismo adicional y desconocido de por qué los retinoides ayudan a tratar el
acné.
Para corroborar estos hallazgos, los investigadores
estudiaron las lesiones cutáneas de ratones inyectados con la bacteria causante
del acné y observaron respuestas similares al tratamiento en los ratones.
"El hecho de que la catelicidina
se exprese tanto en el tejido de la biopsia del acné fue un hallazgo muy
interesante para nosotros, reconoce Gallo. Saber esto será útil para
desarrollar una terapia más específica para tratar el acné".
En la actualidad, el tratamiento con retinoides se centra en
controlar el desarrollo de lípidos en las células de la piel. Uno de los
principales efectos secundarios de estos fármacos son sus efectos
teratogénicos, que provocan anomalías fetales en las personas embarazadas. Esto
limita el uso de estos fármacos sólo a los casos graves. El equipo de
investigación espera que estos hallazgos puedan ayudar a desarrollar un enfoque
más específico para el tratamiento del acné.
"Esta investigación podría ayudar a identificar nuevas
opciones de tratamiento que se dirijan específicamente a la capacidad de los
fibroblastos de producir catelicidina, subraya
O'Neill. Así se crearía una terapéutica para el acné que sería más selectiva
con efectos secundarios potencialmente menos dañinos".